El proyecto lo sintetiza Agulló explicando que «primero recibimos la batería, si la podemos reparar lo hacemos, y si no la reutilizamos fabricando megabaterías como la G-One, y si no la mandamos a nuestra nueva planta en la que trituramos y separamos los metales». Algo que nadie hace ahora mismo en Europa, que compite directamente con el gigante asiático y que será vital para cortar la dependencia con China